Nuestros Talleres.

La Semilla ofrece talleres en la tarde, para niños desde los 3 meses hasta los 6 años.

Talleres La Semilla

El desarrollo educativo de los niños tiene que construirse a través de la estimulación de las distintas dimensiones de la personalidad de cada uno: la emocional, la artística, la cognitiva y la espiritual. Por esto hemos pensando en talleres de expresión, de arte, de lengua extranjera, de música, de yoga: para que cada uno de nuestros alumnos de la tarde pueda encontrar la actividad perfecta para desarrollar o reforzar sus habilidades.

Los talleristas de La Semilla son profesionales especializados y capacitados para trabajar con niños. Cada uno será acompañado por una de nuestras auxiliares que lo apoyará en su trabajo.

 

 

Mientra los niños acuden a los talleres, las mamás podrán utilizar el espacio de co-working aprovechando del café caliente y de la conexión wi-fi para trabajar.

Nuestro Espacio.

El uso y la dinámica del espacio que se quiso crear en La Semilla encuentra sus raíces en la importancia que las metodologías que inspiran nuestra línea pedagógica dan al juego y movimiento libre y al material no estructurado.

El juego libre es fundamental para el crecimiento de los niños y niñas: una investigación de la Universidad de Colorado subrayó como los que en la edad de crecimiento pudieron dedicarse al juego libre adquieren mayores capacidades de organización, mayor perseverancia para llegar a sus metas así como flexibilidad en la elaboración de estrategias para alcanzar un objetivo.

Los materiales no estructurados tienen la característica de estimular diferentes canales sensoriales. Esto permite a los niños de explorar el mundo con las competencias que en aquel determinado momento son más sensibles y desarrolladas. De esta forma se mantiene elevada la curiosidad y el deseo de actividad de los niños.  Los objetos no estructurados son más flexibles de los juegos tradicionales, dan a los niños más posibilidades de intervenir la realidad, de encontrar diferentes combinaciones, de desarrollar la fantasía. Frente a un objeto que no conoce y no sabe “como funciona” (y si tiene una función), el niño explora, con los cinco sentidos, y de ahí encuentra una forma de juego que él mismo escoge, sin ser dirigido.

Se considera juego libre con material no estructurado el llamado “Juego Heurístico” de Elionor Goldschmied. Orientado a niños desde gateadores hasta 24 meses aproximadamente es una actividad que se realiza con la exploración de material no estructurado que se puede agrupar, clasificar, apilar, recoger. Los objetivos del juego heurístico son estructurar el pensamiento fomentando la concentración, conocer y manipular las propiedades de los materiales así como adquirir hábitos de trabajo. Cada niño tiene un grupo de materiales que puede intercambiar con los compañeros aprendiendo a aceptar y respetar el trabajo de equipo. El material a utilizar es natural (corcho, cartón, metal, madera, etc.) y de uso cotidiano, ya que el juego heurístico recomienda evitar el uso de juguetes.

También para las actividades sensoriales inspiradas a la metodología Montessori se usan materiales no estructurados u objetos de la vida cotidiana.

Según la metodología Montessori la interacción de los niños con la vida práctica en la casa o en el nido ofrece muchísimas ocasiones para desarrollar de forma espontánea los sentidos. En La Semilla construiremos un programa de actividades sensoriales más específicas en las cuales el niño podrá aprender a interactuar con los materiales en autonomía sin necesidad de invitación o preparación.

Se trabajarán las cinco áreas de actividades sensoriales:

Tacto: libros sensoriales, materiales de manipulación como arena o plastilina casera. Juego de los trasvases con agua, semillas o pelotitas. Juegos de encaje. Contenedores para rellenar.

Audición: Campanas, sonajeras, maracas, instrumentos musicales simples, botellas para rellenar, registraciones de sonidos diferentes (ciudad, animales, naturaleza). Se aprenderá también el valor del silencio como “privación de sonido”.

Vista: cartas de memoria, reconocimiento de dibujos, tarjetas de gradaciones de colores, temperas, experimentos con la luz.

Olfato: reconocimiento de olores a partir de aceites esenciales, aromas naturales, alimentos con olores reconocibles (vinagre, café, limón, mandarinas): Para esto en La Semilla encontramos también un pequeño huerto urbano de plantas aromáticas.

Gusto: Laboratorios de gusto organizados en la cocina y basados en la diferenciación de sabores y el reconocimiento de las diversas áreas de sabor (salado/dulce/acido/amargo etc.)

En el juego libre, esta vez orientado al desarrollo de la psicomotricidad gruesa del niño, es basada la pedagogía Aucouturier.

En las escuelas tradicionales y en general en los espacios de aprendizaje se pide a los niños permanecer sentados, quietos y contenidos durante largo tiempo: y esto es porqué todavía se considera el movimiento libre como algo antagónico a la disciplina. In embargo, los niños necesitan el movimiento para expresarse y ser felices.

En el espacio dedicado a la práctica Aucouturier se encontrarán espalderas, colchonetas, figuras de gomaespuma, lazos, telas, cuerdas. Los niños podrán utilizar todos los materiales a disposición para saltar, trepar, colgarse, construir, esconderse, hasta acostarse a descansar. La única norma es respetar el espacio y el movimiento de los demás.

En La Semilla acondicionaremos, dos veces cada semana, un cuarto al movimiento libre Aucouturier: esta práctica no sirven solo para el entrenamiento físico: cuerpo y mente son tan entrelazados que los contenidos motrices se consideran medios para el desarrollo de funciones superiores como el pensamiento, la comunicación, la afectividad o la creatividad.

Las vidas de los niños y de las niñas actuales están llenas de juegos ruidosos, coloridos, de materiales plásticos y  con objetivos dirigidos: esta tipología de juegos sobre estimula el niño y no da espacio a una sana exploración sensorial. Por esto que en La Semilla hemos optado por un espacio minimalista, abierto, que deje libertad de movimiento al niño, que permita trabajar con materiales diferentes, que reduzca, por cuanto posibles, los estímulos externos de distracción y que permita al niño una libre y autónoma exploración del espacio y de los materiales que las educadoras ponen a su disposición. Este espacio de estímulos contenidos, movimiento autónomo y juego libre es lo que creemos indispensable para educar niños independientes y curiosos, fomentar la confianza hacia su corporalidad y el espacio que ocupan, y acompañarlos en el desarrollo pleno de sus cinco sentidos y en la toma de conciencia de su ser.

 

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